miércoles, 27 de abril de 2011

Semana 8: nuevas burbujas virtuales


En Spotify, la agregación de toda la música y su ordenación, compatibilización con cualquier sistema de reproducción la llevan a un formato legal por su contrato con discográficas. Además, las tarifas planas permiten un uso sin publicidad y portable a cualquier lugar. Así, la idea del acceso a cualquier música en la nube y en cualquier lugar redondea un producto acorde a las tendencias de uso.

Este producto se segmenta entre una mayoría que no paga y debe oir (y ver) publicidad y un 5% que paga suscripción. De este modo, la publicidad financia el producto de escucha para la inmensa mayoría, al tiempo que genera en estos usuarios un hábito musical que -previsiblemente- haría aumentar el porcentaje de suscriptores con alguna de las dos tarifas.

En iTunes se paga por canción descargada que pasas a ‘poseer’ y alojar en algún dispositivo físico. Spotify juega la baza de lo ilimitado, tanto en tiempo de acceso, cantidad de música o lugar en el que estés.
Myspace se concibe como una plataforma de relación entre artistas musicales y consumidores (fans también). Los grupos y músicos se publicitan, ofrecen canciones y su calendario de conciertos. Por su parte, Herzio opta por integrar en la red social Facebook los eventos de las bandas y su merchandising en un producto denominado Fanpage.

En un momento de crisis económica como el actual, el capital necesita reforzar sus vías de futuro. Las redes sociales se presentan como presenta y futuro de la comunicación y un lugar donde derivar grandes inversiones. Sin embargo, la gratuidad de estas redes apenas permite a aquellos con más solera y clientes -Facebook- publicar unas cuentas anuales con saldo positivo. A pesar de ello, el valor de estas compañías está hinchado en una magnitud que hace temer una nueva burbuja.
La necesidad para los usuarios de comunicar y comunicarse a través de estas plataformas ya está extendida. Ahora bien, la magnitud de estas compañías se topa con un modelo de negocio poco claro. Se teme si cobran una tarifa, ya que supongo que podrían ser sustituidas por nuevas plataformas gratuitas y el usuario no acostumbrado, podría huir. Además, todavía son pocos los usuarios que optan por cuentas de pago en la red social.
Parece que, como modelo de negocio, Spotify y las tarifas planas por algún servicio sí que resultan exitosas económicamente. El hecho de aventurarme a especular sobre la especulación me cuesta bastante. En cualquier caso, los movimientos del capital -si finalmente depende de éste- especularán y agotarán las posibilidades de ganancia de las redes sociales, tal y como ya se están hinchando hoy. En cuanto el modelo de negocio da el salto a bolsa, las reglas de juego pueden no depender tanto de la compañía y el producto en sí mismo.
Sobre el afán infinito y el riesgo de nuestro sistema es muy recomendable este vídeo animado. Lástima que las posibilidades de la sociedad del conocimiento se encuentren con esto.


http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/04/semana-8.html

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